CONSTRUCCIÓN DE LA PROPIA IMAGEN. (I)

 

CONSTRUCCIÓN DE 

LA PROPIA IMAGEN.


El concepto de imagen corporal puede definirse como la presentación vivencia del propio cuerpo que cada individuo construye en su mente. Como exponen Salaberria, Rodríguez y Cruz (2007) mencionando a Cash y Pruzinsky, Thompson (1990), existe una serie de variables que forman parte de la imagen corporal. Estas variables son:
  • Aspectos perceptivos. Influyen en la manera de percibir el propio cuerpo.
  • Aspectos cognitivos - afectivos. Sentimientos o emociones que surgen a partir de cómo la persona percibe su propio cuerpo.
  • Aspectos conductuales. Conductas que surgen a partir de los sentimientos asociados con la percepción que tiene una persona de su cuerpo.
En definitiva, la imagen corporal es la forma en la que cada uno se ve, se siente, se imagina y actúa en función de su propio cuerpo. Es un concepto que va evolucionando progresivamente con el tiempo, por ello, es cambiante en función de la etapa evolutivo en la que nos encontremos. Por tanto, podemos distinguir entre imagen corporal positiva e imagen corporal negativa.
En el caso de la imagen corporal negativa, en su formación, influyen una serie de factores:
  • Factores predisponentes.
    • Sociales y culturales. Desde la sociedad se formulan modelos idealizados de aspecto corporal.
    • Modelos familiares y amistades. Recibir críticas del entorno más cercano. La influencia que ejercen las figuras de referencia sobre la preocupación sobre el propio cuerpo.
    • Características físico y feedback social. Cambios corporales que surgen en las diferentes etapas de la vida y ciertas características del propio cuerpo pueden ser la causa de que una persona tenga un imagen corporal negativa sobre sí mismo.
  • Factores de mantenimiento.
    • Suceso activante. Acontecimientos o experiencias que incitan o provocan que se tenga una imagen corporal de tipo negativo y malestar con uno mismo.
  • Disforia y malestar. Sensaciones que hacen que una persona esté constantemente fijándose en su aspecto.
Además, cuando se presentan ciertos problemas a consecuencia de la percepción que tiene sobre su propio cuerpo, los síntomas se manifiestan en distintos nieles de respuesta:
  • Nivel psicofisiológico. Temblores, falta de respiración, sudores...
  • Nivel conductual. Iniciar dietas, realizar ejercicio físico, rutinas para tranquilizarse...
  • Nivel cognitivo. Preocupaciones patológicas, obsesivas, delirantes...
  • Nivel emocional. Sentimientos de tristeza, vergüenza, incomodidad, asco...

Si quieres saber más acerca de este tema puedes consultar dos entradas relacionadas en este mismo blog.



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